viernes, 22 de abril de 2016

El cerebro adicto. ¿Cómo ves?


A continuación me refiero a la lectura, el cerebro adicto. ¿Cómo ves?, N°. 177, (Pp. 10-14). México: UNAM. Recuperado el 13/04/15, de: http://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/177/el-cerebro-adicto.

El texto académico en comento es una lectura con información confiable esto se aprecia con la página donde está publicada que es en la “Revista de Divulgación de la Ciencia de la UNAM”. Asimismo, tiene comentarios de investigadores como: la doctora María Elena Medina Mora Icaza, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría "Ramón de la Fuente Muñiz" (INPRF), narra lo que propició este cambio de visión. La investigadora mexicana-estadounidense Nora Volkow, quien estudió medicina en la UNAM y es hoy directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIDA, por sus siglas en inglés).

Al respecto esta lectura es sobre la inferencia de las funciones y química del cerebro con el que una persona se vuelva adicta a ciertas sustancias. Empieza describiendo que anteriormente en 1930 se pensaba que los adictos eran personas sin moral y sin fuerza de voluntad. Actualmente se sabe que es una cuestión de dependencia de sustancias, debido al cambio químico que genera esta situación en el cerebro.

Sustancias como la nicotina, el alcohol, inhalables y cocaína, producen efectos estimulantes pero a la larga dañan el cerebro, riñones, corazón o pulmones.

Se aclara que no tiene relación genética el que una persona sea propensa a ser adicta, depende del ambiente y factores como: Conducta agresiva temprana, Habilidades sociales deficientes, Ausencia de supervisión paterna, Compañeros/amigos que abusan de sustancias, Disponibilidad de la droga, Pobreza. En contraste se encuentran los factores de protección contra estas adicciones: Autocontrol, Relaciones positivas, Supervisión y apoyo paterno, Información, Políticas contra el uso de drogas y Cohesión comunitaria.

Se comunica que la heroína es una sustancia más adictiva ya que genera cambios casi inmediatos en el cerebro desde el primer consumo.

La raíz de la adicción es que estás sustancias afecta la producción de a dopamina o sea a generarse de una manera artificial, el cerebro se acostumbra a “sentir todo intensamente”, por lo que el enfermo no disfruta de las cosas simples y bellas de la vida, por lo anterior, se deprime y se aburre. Las conductas que se generan es que la persona consume cada vez más, llegando a gastar más de lo que tiene para consumir esas sustancias, hasta llegar a robar para conseguir más.

El descubrimiento, realizado por investigadores del Scripps Research Institute de California, sugiere que mismo mecanismo cerebral de la adicción a las drogas, aparecen en la comen en exceso y desarrollan obesidad. El exceso puede provocar una descompensación en el circuito de recompensa; en los comedores compulsivos, los impulsa a buscar alimentos ricos en grasas. Esta similitud hace pensar que muchas de las compulsiones, o conductas adictivas humanas (por ejemplo, adicción al sexo y a los juegos de azar) podrían tener relación con desequilibrios de dopamina o de otros neurotransmisores. Así, aunque en principio estas conductas no sean adictivas, pueden llevar a la adicción por lo antes descrito.
Por último este texto académico sugiere que la prevención es el mejor enfoque para no llegar a requerir tratamiento "Todo lo que promueve un ambiente saludable por fuerza va a reducir el riesgo absoluto de abuso de sustancias" (Baler).
Este texto me pareció interesante por las declaraciones recientes del presidente en la ONU sobre su nueva “apertura a la legalización de la mariguana con fines medicinales”. Esto va enfocado a  mi carrera esta apertura ¿en serio beneficia a la sociedad o la perjudicaría más? El daño al que me refiero es sobre que esta aceptación abre la puerta a que se legalicen sustancias con fines recreativos y por lo descrito empujar a nuestra juventud literalmente a que se “tire al vicio”.
Otro punto importante es que se describe que el comer en exceso produce un efecto similar al consumo de drogas, querer tener esa dopamina, sentir más o no sentir, ligado a las frases “como de nervios” o “tomo para olvidar”. Sin ser científica mi punto de vista es que todos somos propensos a caer en “vicios”, por lo que si creamos un entorno saludable, hacemos ejercicio, nos queremos y cuidamos, buscamos tener relaciones sanas y nos quitamos de esas relaciones peligrosas, será difícil que elijamos drogas en lugar de familia, amigos y una vida saludable.







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